Milton Jackson, conocido artísticamente como Milt Jackson y con el sobrenombre de "Bags", nació el 1 de enero de 1923 en Detroit (Michigan) y falleció el 9 de octubre de 1999 en Nueva York. Músico estadounidense, vibráfono, piano, guitarra y voz. Es junto a Lionel Hampton, el vibrafonista más importante de la historia del jazz; si bien Hampton representó el jazz de corte clásico, Jackson abrió su instrumento a la modernidad. Enfocó su labor musical, fundamentalmente, al mantenimiento de uno de los grupos más conocidos de este estilo, The Modern Jazz Quartet, del cual fue co-fundador en 1952.
Estudió música en el Stage College de Michigan, siendo el piano su primer instrumento, aunque desde muy niño ya fue admirador de Lionel Hampton, casi uno de los poquísimos vibrafonistas del jazz en aquellos años. Su curiosidad por este elemento de percusión le hizo probar y, de este modo, alternar ambos instrumentos en sus conciertos en vivo. Fue en 1945 cuando el gran Dizzy Gillespie vio tocar a Jackson el vibráfono en un club de Detroit y de inmediato lo incorporó a su propia orquesta, fundada tras su paso por la banda de Eckstine. La orquesta se instaló en Nueva York y allí se gestó el movimiento musical que pronto se conocería como bebop, uno de los estilos fundacionales del jazz contemporáneo. De sobra es conocido que Gillespie y Charlie Parker fueron los encargados de diseminar este peculiar estilo, basado en la rapidez y la fuerza interpretativa. Así pues, entre 1945 y 1949, el nombre de Milt Jackson apareció asociado a los de Parker y Gillespie, con los que actuaba cada noche. También en este tiempo se unieron al grupo músicos del talento de Tadd Cameron, Howard McGhee, Coleman Hawkins y, qué duda cabe, el gran Thelonious Monk, que encaminaba sus primeros pasos jazzísticos al bebop. Son ampliamente conocidas las actuaciones del sexteto de Parker y Gillespie en el "Billy Berg’s" de Hollywood. Tras el momentáneo abandono de Parker -recluido en un hospital de Camarillo para tratar su adicción a las drogas-, Jackson volvió con Gillespie a Nueva York. Es entonces cuando colaboró con la Big Band de “Dizzy”, arreglada por Walter Gil Fuller, a la que trató de sumar toda la modernidad que era capaz de expresar el vibrafonista.
En 1949 se alejó temporalmente de Gillespie y entró a formar parte de la orquesta de Woody Herman, donde sustituyó a Terry Gibbs. Pero en 1950 “Dizzy” volvió a requerir sus servicios y, esta vez, la colaboración se mantuvo hasta 1952; momento en el que The Modern Jazz Quartet se conformaba ya como un grupo definido. Un detalle llamativo indica que los cuatro miembros originales del MJQ habían pertenecido a la orquesta de Gillespie. Entre los muchos proyectos que Milton barajaba por aquel tiempo, uno de los más importantes fue la creación del Milt Jackson Quartet, formado por el pianista y arreglista John Lewis, el contrabajista Ray Brown y el batería Kenny Clarke. Realizaron algunos conciertos como cuarteto y el grupo fue elegido por "Down Beat" como el más destacado del año (1954). El éxito convenció a Lewis, que por entonces tenía contrato con Ella Fitzgerald, de la necesidad de tomar las riendas del grupo co-fundado con Milt y, desde ese momento, John Lewis asumió la jefatura del cuarteto, dadas sus dotes de compositor y arreglista. Además, Lewis era el cerebro de la banda y uno de los más representativos instauradores de la third stream music, esto es, la “tercera vía”, que trataba de aunar jazz con música clásica; intento que, por otro lado, no siempre se conseguía de manera eficaz.
En 1952 Percy Heath asumió la labor de contrabajista del grupo, en sustitución de Ray Brown, quien a partir de entonces alternó su colaboración con Ella Fitzgerald -su mujer- y el trío de Oscar Peterson. Con Heath en la banda nació The Modern Jazz Quartet, uno de los grupos con más clase y elegancia de la historia del jazz. Sus miembros iban vestidos siempre de frac en actuaciones que daban la impresión de ofrecer más una recital clásico que un concierto de jazz (algo que, por otro lado, hicieron más de una vez), por lo que se les vinculó con el llamado “jazz de cámara”, que presentaban, no al amparo de los intoxicantes ambientes del jazz, sino en teatros y salas de conciertos (en Madrid, por ejemplo, tocaron en el Teatro Real). De cualquier modo, el grupo tardó un tiempo en arrancar y sus miembros -sobre todo John Lewis y el propio Jackson- se dispersaban en colaboraciones con otras figuras o en sus propias empresas. Entre todos los integrantes del selecto grupo, Jackson fue el que desarrolló una carrera en solitario más firme, aunque nunca dejó de tocar ni de grabar con su cuarteto mientras duró la experiencia del Modern Jazz Quartet, insólitamente longeva por otra parte. Lo cierto es que entre 1952, año de fundación, y 1955, el grupo solo ofreció algunos conciertos representativos, que ya lograron convencer al público de la condición de MJQ como uno de las bandas más reveladoras del momento. Animados por esta expectativa, los artífices del cuarteto -Lewis y Jackson- trabajaron para afianzar el proyecto musical y, efectivamente, a partir de 1955 el grupo pareció adquirir un nuevo impulso. Ese año, el gran Kenny Clarke -tan amante de París- abandonó el MJQ y su puesto lo cubrió Connie Kay, procedente de la banda de Lester Young. Desde entonces, la formación se mantuvo inalterable, lo que benefició la proyección de su música durante más de veinte años.
The Modern Jazz Quartet grabaron en torno a los cincuenta discos, en su mayoría con Atlantic, el sello de Milt en solitario. Quizá los primeros, Concorde (1955), Django (1956), No Sun in Venice (1958) y Pyramid (1960), fueron los más impactantes y de ellos surgieron muchas de las piezas maestras de este sensacional cuarteto. “Django” es uno de los temas más conocidos del grupo, todo un homenaje al gran guitarrista Django Reinhardt, y convertido de inmediato en standard. “Milano”, también del propio Lewis, es una perfecta balada inspirada en la ciudad italiana, que también se convirtió en otra de sus piezas cumbres. En “La Ronde”, composición excepcional, todos los instrumentos destacan con igual importancia y, finalmente, tanto Bluesology como “Bags Groove” -que inmortalizó el propio Miles Davis- son dos extraordinarios blues de Milt Jackson y prueba evidente del swing de esta formación. Al margen del excelente repertorio que con los años desplegó este señorial cuarteto, sus colaboraciones con “grandes” del jazz también se hicieron notorias. En 1956 sacaron a la luz un trabajo junto al saxofonista Sonny Rollins, titulado Sonny Rollins with The Modern Jazz Quartet. En 1961 publicaron un disco acompañando al guitarrista brasileño Laurindo Almeida, que iba muy unido a la moda de la bossa nova de los años sesenta y se tituló Collaboration.
Finalmente, en 1962 editaron su concierto junto al trío de Oscar Peterson en la "Opera House" (de título The Modern Jazz Quartet and the Oscar Peterson Trio at the Opera House), toda una obra maestra de gusto, genio y talento musicales. Por otro lado, de la pasión del cuarteto por el clásico surgió el elepé Blues on Bach (1974), una lección de textura contrapuntística mezclada con un swing apabullante; virtuosismo que quedó explícito en sus grabaciones con orquestas sinfónicas, como su elepé The Modern Jazz Quartet and Orchestra (1961) o sus discos con versiones de piezas clásicas, entre los que destacó The Modern Jazz Quartet Play Jazz Classics (1966). En 1974, el mismo Jackson decidió abandonar el grupo (quizá ya estaba un poco harto de la rigurosa disciplina de cuarteto, conocido como “la jaula dorada”) y como Lewis no vio posible su sustitución decidió dar carpetazo a la experiencia del MJQ. El cuarteto se separaba después de 22 años de actividad aunque, en los años noventa, el grupo -con todos sus miembros ya muy ancianos- volvió a reunirse para realizar algunas grabaciones y giras por EE.UU. y Europa, donde eran requeridos de continuo. En España, por ejemplo, ofrecieron un soberbio concierto en el Teatro Real. La formación no varió demasiado, aunque el baterista Connie Kay fue alguna vez sustituido por Mickey Roker.
Finalmente, en 1962 editaron su concierto junto al trío de Oscar Peterson en la "Opera House" (de título The Modern Jazz Quartet and the Oscar Peterson Trio at the Opera House), toda una obra maestra de gusto, genio y talento musicales. Por otro lado, de la pasión del cuarteto por el clásico surgió el elepé Blues on Bach (1974), una lección de textura contrapuntística mezclada con un swing apabullante; virtuosismo que quedó explícito en sus grabaciones con orquestas sinfónicas, como su elepé The Modern Jazz Quartet and Orchestra (1961) o sus discos con versiones de piezas clásicas, entre los que destacó The Modern Jazz Quartet Play Jazz Classics (1966). En 1974, el mismo Jackson decidió abandonar el grupo (quizá ya estaba un poco harto de la rigurosa disciplina de cuarteto, conocido como “la jaula dorada”) y como Lewis no vio posible su sustitución decidió dar carpetazo a la experiencia del MJQ. El cuarteto se separaba después de 22 años de actividad aunque, en los años noventa, el grupo -con todos sus miembros ya muy ancianos- volvió a reunirse para realizar algunas grabaciones y giras por EE.UU. y Europa, donde eran requeridos de continuo. En España, por ejemplo, ofrecieron un soberbio concierto en el Teatro Real. La formación no varió demasiado, aunque el baterista Connie Kay fue alguna vez sustituido por Mickey Roker.
En definitiva, el grupo dio un gran prestigio al vibrafonista, encuadrándole dentro de un jazz exquisito, al margen de las modas que se iban imponiendo desde principios de los cincuenta: bebop, cool, hard bop o free. Sin embargo, lo llamativo fue que, aunque The Modern Jazz Quartet dio mayor proyección a sus miembros, Milt Jackson no dejó nunca de desarrollar su propio proyecto en los veintidós años que duró la banda. Claramente, tras la separación de MJQ en 1974, Milton tuvo más tiempo para poner en marcha sus proyectos personales y tocar en las jam sessions de los clubes. No obstante, siempre mantuvo esta carrera paralela al margen de sus actuaciones y grabaciones con el excelente cuarteto. De entre los primeros discos en solitario de Jackson, destaca Milt Jackson Quartet, que apareció en la misma época en diferentes casas de discos y que salió al mercado coincidiendo con las primeras actuaciones del Modern Jazz Quartet. El vinilo más conocido fue el grabado para el sello Prestige, con el pianista y ex Messenger Horace Silver y dos de los miembros del MJQ; Percy Heat y Connie Kay. De cualquier modo, durante esta década Milt siguió trabajando tanto en cuarteto como en quinteto -con discos como Meet Milt (1956) o Bean Bags (1959)- y realizando alguna colaboración brillante, como el elepé Bags Meets Wes¡ (1962), rodeado de algunos jóvenes músicos ya muy relevantes en aquel tiempo y procedentes de los grupos de Miles Davis, caso de Wynton Kelly o Philly Joe Jones.
El disco, grabado para Riverside, fue una obra maestra con temas memorables como “Stablements” o “Jingles”. Precisamente el sello Riverside dio cobertura al vibrafonista en toda la década del sesenta y así, aparecieron títulos como Big Bags -de 1962 y rodeado de más de 20 músicos importantes-, Invitation -de 1963, y grabado en sexteto, con Kenny Dorham, Jimmy Heat, Ron Carter o Connie Kay-, o For Someone I Love -de 1966, otro disco con un número impresionante de colaboradores, siempre rayando al máximo nivel interpretativo, entre los que destacaban Richard Davis, That Jones o Charlie Persip. Lo cierto es que todos estos álbumes contenían una eficaz mezcla de lección magistral de vibráfono sumado a una increíble cohesión entre sus colaboradores, siempre máximas figuras del jazz del momento. La década del setenta fue, si cabe, más rica en grabaciones y conciertos. Además, tras la disolución en 1974 de The Modern Jazz Quartet, Bags pudo conceder una mayor dedicación a sus experiencias en solitario. En 1973 fichó momentáneamente por CTI, uno de los sellos más representativos del nuevo jazz producido en las décadas setenta y ochenta. De tal acuerdo surgieron tres elepés llenos de modernidad; Sunflower, Goodbye y Olinga, publicados entre 1973 y 1974 y que contaron con colaboraciones muy especiales, la mayoría vinculadas con el sello de Cred Taylor, uno de los grandes productores del jazz moderno.
El disco, grabado para Riverside, fue una obra maestra con temas memorables como “Stablements” o “Jingles”. Precisamente el sello Riverside dio cobertura al vibrafonista en toda la década del sesenta y así, aparecieron títulos como Big Bags -de 1962 y rodeado de más de 20 músicos importantes-, Invitation -de 1963, y grabado en sexteto, con Kenny Dorham, Jimmy Heat, Ron Carter o Connie Kay-, o For Someone I Love -de 1966, otro disco con un número impresionante de colaboradores, siempre rayando al máximo nivel interpretativo, entre los que destacaban Richard Davis, That Jones o Charlie Persip. Lo cierto es que todos estos álbumes contenían una eficaz mezcla de lección magistral de vibráfono sumado a una increíble cohesión entre sus colaboradores, siempre máximas figuras del jazz del momento. La década del setenta fue, si cabe, más rica en grabaciones y conciertos. Además, tras la disolución en 1974 de The Modern Jazz Quartet, Bags pudo conceder una mayor dedicación a sus experiencias en solitario. En 1973 fichó momentáneamente por CTI, uno de los sellos más representativos del nuevo jazz producido en las décadas setenta y ochenta. De tal acuerdo surgieron tres elepés llenos de modernidad; Sunflower, Goodbye y Olinga, publicados entre 1973 y 1974 y que contaron con colaboraciones muy especiales, la mayoría vinculadas con el sello de Cred Taylor, uno de los grandes productores del jazz moderno.
Otro de sus grandes logros fue el concierto en Montreux, en 1975. En este caso se unió al fantástico pianista Oscar Peterson y su trío (Niels Henning, Orsted Pedersen y Mickey Roker) y el triunfo fue absoluto, con vibrantes temas como “Mack the Knife” o “Speed Ball” y baladas de la calidad de “Nature Boy” o “Everything Must Change”. El concierto se editó en vinilo en 1976 con el título de At the Montreux Jazz Festival 1975. El éxito le hizo repetir al año siguiente y, en esta ocasión, apareció junto a Ray Brown, Clark Terry y Jimmie Smith. También se publicó un álbum de este acontecimiento: Montreux 77. En aquellos años en los que Bags triunfaba en Montreux, se editaron varios vinilos grabados en directo tras su paso por Japón, donde era muy requerido el vibrafonista, ya desde los tiempos del MJQ. La actuación se celebró en "Kosei Nenkin" y se hizo acompañar por el sempiterno Ray Brown, Teddy Edwards, Cedar Walton y Billy Higgins. El título de los discos: At the Kosei Nenkin, vol. 1 & 2. Deliciosa fue su colaboración, en trío, con Joe Pass y Ray Brown, sin piano ni batería. El resultado; una cumbre de genios interpretando temas deliciosos: “Nuages” -con un pletórico Joe Pass-, “The Pink Panter” y las bossas “Blue Bossa” y “Wave”, esta última celebérrima composición de Jobim. También al lado de Ray Brown, miembro originario del primer MJQ, publicó en 1977 y para el sello Pablo (con quien más trabajó en esta década) el disco Feelings; una joya musical, virtuosa y al tiempo sentimental. En este caso, al margen de las colaboraciones de algunos grandes músicos (Ray Brown, Hubert Laws o Tommy Flanagan), se nutrió de un conjunto de cuerdas, lo que convirtió el disco en una obra donde predominaba la balada y el medio tiempo.
Otro álbum memorable surgió de su colaboración con la orquesta de Count Basie, uno de los grandes talentos de todos los tiempos. La formación de Basie, una orquesta de dieciséis músicos (entre ellos Freddie Green o John Clayton), funcionaba como una máquina engrasada, llena de swing y encolerizado ritmo, que interpretaba temas inmortales como “The Comeback”, “Good Times Blues”, “Big Stuff” o el archiconocido “Blue and Sentimental”. De finales de década son dos álbumes auténticamente geniales, ambos publicados en 1979. Bags’ Bag contó con el concurso de Cedar Walton, Ray Brown y Billy Higgins, entre otros. No debe dejarse de lado la interpretación que hacen Brown y Jackson de la pieza “On a Slow Boat to China”; o, en conjunto, del endiablado “Groovin’”. Mientras, Soul Believer presentó un delicioso material donde se escuchaba a Milt cantando, como en su primera época. Los temas tampoco tenían desperdicio, caso de “Ain’t Misbehavin” (que otrora interpretara el propio Armstrong), “I’ ve Got the Blues” o “Someone I Love”.
Milt inauguró la década del ochenta con la grabación de otro de sus álbumes estrellas, Night Mist (1980), un magnífico tributo al blues, y toda una lección de swing. Algunos de los temas justifican la obra creada: “Blues in my Heart”, “Blues for Clyde”, “Nigth Mist Blues” o “D. B. Blues”. Y entre los acompañantes, el habitual Ray Brown, más la grata sorpresa del inconfundible Harry “Sweets” Edison. Un año después, grabó en cuarteto, al lado de Oscar Peterson, Ray Brown y Grady Tate, Aint’ But a Few of Us Left (1981), toda una bomba de relojería, exquisita y vigorosa a partes iguales. También en 1981 vio la luz otro gran éxito, Big Mouth, un álbum distinto que entremezclaba estilos como el latin-rock, el blues o la samba. Persuasivo y vibrante, el disco contenía piezas como “Bags' Groove”, “Yusef”, “Big Mouth” o la deliciosa obra de Henry Mancini “The Days of Wine and Roses”. Al tiempo, los músicos no eran los habituales de sus bandas sino nombres como Oscar Castro-Neves, Larry Bunker, Joe Porcaro o el fantástico percusionista Paulino da Costa.
En 1982, y cosecha de la gira de Milt por Europa, surgió una grabación de mucha calidad. Ofreció los conciertos en uno de los marcos más distinguidos de Londres, el "Ronnie Scott’s", parada obligada de los músicos norteamericanos que visitaban Inglaterra, con una formación en trío junto a Monty Alexandre, quien lo acompañó además a Francia, y Mickey Roker, siempre dispuesto a desplazarse a Europa o Japón. De la memorable cita, celebrada los días 23 y 24 de abril, salieron dos discos. Uno, Memories of Thelonius Sphere Monk, todo un homenaje al genio ya fallecido con la interpretación de inolvidables standard de Monk, como “Straigh No Chaser”, “Blue Monk” o la incombustible “Round Midnigth” (aunque también se incluyó en el programa una de las piezas sobresalientes del MJQ, “Django”). El otro, Mostly Duke, contenía piezas como la balada de Michael Legrand “The Summer Knows” o la electrizante “Just Squeeze Me”, de Duke Ellington. De cualquier modo y siempre que podía, a Bags le gustaba grabar y tocar en jam sessions al lado de sus amigos. Así, cabe citar algunos discos que son realmente una fiesta de blues y jazz; caso de Jackson, Johson, Brown & Company (1984), todo un festín de swing y buenas maneras con grandes temas como “Lament” o “My One and Only Love”, o de It Don’t Mean a Thing If You Can’t Tap Your Foot To It (1986), con Cedar Walton, Ray Brown y Mickey Roker.
Ya en los años noventa, se espaciaron mucho sus colaboraciones con otros músicos pues, por un lado, Jackson regresó momentáneamente con The Modern Jazz Quartet, y por otro, tampoco tenía la energía de 20 años atrás para realizar esporádicas huidas con músicos que siempre estaban dispuestos a acompañarle, ya fuera en un club o en un estudio de grabación. El vibrafonista murió antes de finalizar la década, el 9 de octubre de 1999. Después de Lionel Hampton, que surgió para el jazz una década antes que Jackson, Bags está considerado como el gran impulsor del vibráfono en el devenir del jazz contemporáneo. Músico elegante, culto y lleno de vitalidad, formalizó un procedimiento fugado que le hizo enormemente popular en los clubes y teatros del mundo, quizá aprendido de la third stream music, generada por su compañero de grupo, John Lewis. Jackson creció como un gigante del jazz al margen de estilos y modas pasajeras. No llevó a cabo ninguna revolución en el jazz -privilegio reservado a unos pocos elegidos-, pero fue un ejecutante respetado por todos, algo importantísimo para contemplar su figura en la historia de esta música.
Es verdad que el estilo austero del MJQ lo encasilló dentro de un jazz elegante y excesivamente intelectual. Sin embargo, Jackson escapó en multitud de ocasiones de los lazos de este grupo de cámara y tocó con todos los grandes maestros del jazz, que, mayoritariamente, requerían su elegante ‘toque’ y su swing electrificante, desplegado por decenas y decenas de grabaciones. Su improvisación era fluida, al tiempo que su creatividad no ha tenido parangón en este instrumento. Si en los números rápidos, Jackson era un brillantísimo improvisador, en las baladas se tornaba en un músico impredecible y lleno de talento creativo. No fue Jackson un instrumentista innovador en exceso, aunque todo hay que decirlo, el vibráfono ya no fue el mismo tras él. Tuvo, además, la fortuna de inducir con sus discos una precisa fusión entre el jazz y el soul; músicas, en principio, antagónicas. Bags creció a la sombra del gran Lionel Hamton y, su influencia, de otro lado, se dejó sentir en multitud de vibrafonistas coetáneos y de generaciones posteriores: Terry Gibbs, Cal Tjader, Eddie Costa, Larry Bunker, Mike Manieri o Bobby Hurtcherson. Milt Jakson fue un músico irrepetible.
DISCOGRAFÍA seleccionada,
ÁLBUMES:
Con The Modern Jazz Quartet (selección):
Concorde, Prestige, 1955.
Django, Prestige, 1956.
The Modern Jazz Quartet at the Music Inn, Atlantic, 1956.
Sonny Rollins with The Modern Jazz Quartet 1956
The Modern Jazz Quartet and the Oscar Peterson Trio at the Opera House) 1957
No Sun in Venice, Atlantic, 1958.
Pyramid, Atlantic, 1960.
The Modern Jazz Quartet and Orchestra, Atlantic, 1961.
Collaboration. The Modern Jazz Quartet with Laurindo Almeida, Atlantic, 1961.
The Modern Jazz Quartet Play Jazz Clasics, Prestige, 1966.
Blues on Bach, Atlantic, 1974.
The Modern Jazz Quartet, Prestige 1983
Como músico principal (selección):
Wizard of the Vibes, Blue Note, 1952.
Milt Jackson Quartet, Savoy, 1955.
Meet Milt, Savoy, 1956.
Jazz Skyline, Savoy, 1956.
Ballads and Blues, Atlantic, 1956.
Plenty, Plenty Soul, Atlantic, 1957.
Bags & Flutes, Atlantic, 1958.
Soul Brothers 1958, Atlantic (Con Ray Charles)
Bags’ Opus, United Artists, 1959
Bean Bags, Atlantic, 1959 (Con Coleman Hawkins)
Bags & Trane, Atlantic, 1961 (Con John Coltrane)
Milt Jackson Quartet, Savoy, 1955.
Meet Milt, Savoy, 1956.
Jazz Skyline, Savoy, 1956.
Ballads and Blues, Atlantic, 1956.
Plenty, Plenty Soul, Atlantic, 1957.
Bags & Flutes, Atlantic, 1958.
Soul Brothers 1958, Atlantic (Con Ray Charles)
Bags’ Opus, United Artists, 1959
Bean Bags, Atlantic, 1959 (Con Coleman Hawkins)
Bags & Trane, Atlantic, 1961 (Con John Coltrane)
Big Bags, Riverside, 1962
Staments, Impulse!, 1962
Bags Meets Wes!, Riverside, 1962
Invitation, Riverside, 1963.
Staments, Impulse!, 1962
Bags Meets Wes!, Riverside, 1962
Invitation, Riverside, 1963.
For Someone I Love, Riverside, 1966.
Sunflower, CTI, 1973.
Goodbye, CTI,1974.
Olinga, CTI, 1974.
At the Montreux Jazz Festival 1975 (1976)
The Big 3, Pablo, 1976.
Feelings, Pablo, 1976.
Montreux’ 77, Pablo Live, 1977.
Milt Jackson with Count Basie and the Big Band, Volume 1, Pablo, 1978.
Bag’s Bag, Pablo, 1979.
Sunflower, CTI, 1973.
Goodbye, CTI,1974.
Olinga, CTI, 1974.
At the Montreux Jazz Festival 1975 (1976)
The Big 3, Pablo, 1976.
Feelings, Pablo, 1976.
Montreux’ 77, Pablo Live, 1977.
Milt Jackson with Count Basie and the Big Band, Volume 1, Pablo, 1978.
Bag’s Bag, Pablo, 1979.
Soul Believer, Pablo, 1979.
Nigth Mist, Pablo Today, 1980
Nigth Mist, Pablo Today, 1980
Aint’ But a Few of Us Left, Pablo, 1981
Big Mouth, Pablo, 1981
Live in London: Memories of Thelonious Monk, Pablo Live, 1982
Mostly Duke, Pablo, 1992
Jackson, Johson, Brown & Company, Pablo, 1984
It Don’t Mean a Thing If You Can’t Tap Your Foot To It (1986)
At the Kosei Nenkin, vol. 1 & 2. (2002)
Big Mouth, Pablo, 1981
Live in London: Memories of Thelonious Monk, Pablo Live, 1982
Mostly Duke, Pablo, 1992
Jackson, Johson, Brown & Company, Pablo, 1984
It Don’t Mean a Thing If You Can’t Tap Your Foot To It (1986)
At the Kosei Nenkin, vol. 1 & 2. (2002)
Carpetas del resto de ÁLBUMES seleccionados,
Con The Modern Jazz Quartet:
Resto de carpetas seleccionadas como músico principal:
Resto de carpetas seleccionadas como músico principal:
Fuente: mcnbiografias.com/Ricardo P. Virtanen
Fotografía: pinterest.com
Carátulas discos: discogs.com